
El aseo regular de tu perro es esencial para su bienestar y salud. No solo se trata de mantenerlo limpio y presentable, sino que también es crucial para detectar problemas de salud a tiempo. Al cepillar a tu perro, eliminas el pelo muerto y reduces la formación de nudos, lo que puede causar molestias y problemas de piel.
Además, el baño periódico ayuda a eliminar suciedad y parásitos, pero es importante no bañar a tu perro en exceso, ya que esto puede alterar la producción natural de aceites en su piel. La frecuencia ideal depende de la raza y el tipo de pelaje.
Las visitas al veterinario para un chequeo de piel y pelaje son igualmente importantes. Durante el aseo, verifica si hay enrojecimiento, bultos o irritaciones. Recuerda también limpiar sus orejas y cortar sus uñas; esto previene infecciones y lesiones. Con un buen régimen de aseo, no solo mantendrás a tu perro feliz y saludable, sino que también fortalecerás vuestro vínculo.